FOZ DE ARBAIUN

La Foz de Arbaiun, a la entrada del pirenaico valle de Salazar, entre Lumbier y el Almiradío de Navascués, es la más extensa e impresionante de las gargantas navarras. El río Salazar ha ido tallando la roca dando lugar a un espectáculo sin parangón. Imponentes paredes verticales se suceden a lo largo de casi 6 kilómetros.

En el interior de la foz de Arbaiun crece una diversa y peculiar vegetación que ofrece una variedad cromática estacional de indudable belleza. En sus roquedos anida una numerosa colonia de buitres leonados visibles desde el balcón voladizo del Mirador de Iso. La gran riqueza natural que convive en la Foz de Arbaiun le ha valido las denominaciones de Reserva Natural y Zona de Especial Protección de las Aves.

La foz es una garganta que el río Salazar excava al encontrarse con la Sierra de Leire. Las paredes verticales han sido talladas por la erosión a lo largo de millones de años, a la vez que el río se encajaba al fondo de la hoz. Está considerada la reina de las foces de Navarra por su extensión de 5,6 kilómetros y sus paredes verticales de hasta 300 metros de altura que combina con repisas, taludes y pedrizas.

El pirenaico río Salazar describe tres curvas de norte a sur y después enfila hacia el oeste/suroeste. En el primer tramo, las paredes llegan hasta el cauce, mientras que foz adentro descansan sobre un talud inclinado. La vegetación crece a sus anchas en las profundidades, surgiendo a veces de la misma roca; en las laderas soleadas crece la carrasca, quejigos y enebros, y en las umbrías aparecen hayas, robles, pinos y fresnos. En otoño la foz de Arbaiun se viste de mil colores y pasa por todas las tonalidades que van del verde al ocre pasando por explosivos naranjas y rojos.